
La inestabilidad política en Francia y Alemania, la agenda de Trump y la necesidad de aumentar el gasto en defensa afectarán de forma negativa al crecimiento económico en Europa. Así lo cuenta el centro de estudios económicos de Caixabank en su revisión de las previsiones macroeconómicas, que prevé un aumento del Producto Interior Bruto (PIB) en la Eurozona del 0,8% en 2025 y del 1,6% en 2026.
Según explica la organización, nuestro continente parte de una posición «débil». El crecimiento de los países del euro fue prácticamente nulo en 2024 tras cerrar el año en el 0,1%. Destacaron las caídas de PIB de Francia y Alemania, que hundieron el crecimiento conjunto. Como consecuencia de la mala situación a cierre de año, ahora la Eurozona se enfrenta a los diferentes retos ya debilitada.
El documento emitido por Caixabank detalla que los primeros indicadores de 2025 apuntan a una cierta estabilización de la actividad, «pero no se puede esperar un repunte significativo a corto plazo».
Entre los retos a los que afronta la zona euro este año, el banco menciona el impacto de una subida de aranceles por parte de EE. UU.; la inestabilidad política en Francia –que no permite descartar nuevas elecciones legislativas este verano-; los resultados de los comicios del 23 de febrero en Alemania –que otorgan a la oposición los escaños suficientes para bloquear cambios en el freno de deuda, ya que exige el sí de dos tercios de la Cámara-;la consolidación fiscal, y la necesidad de aumentar sustancialmente el gasto en defensa. En consecuencia, baja las previsiones para este año y el siguiente en 0,5 y 0,4 puntos porcentuales menos.
El efecto Trump en la inflación
Tal y como explica el centro de estudio del banco, la segunda legislatura de Donald Trump en Estados Unidos parece «más impredecible» que la primera generando más incertidumbre económica y volatilidad financiera». En el documento añaden que el aumento en las tasas producirá una reconfiguración en las cadenas de valor global para tratar de compensar, en la medida de lo posible, la pérdida de atractivo del mercado estadounidense. «Vamos a un mundo con mayor fragmentación, menor crecimiento económico y riesgo de inflaciones más elevadas».
En este sentido, los expertos del banco no tienen tan claro el impacto que tendrá la coyuntura internacional en la inflación. Según cuentan en el informe, la imposición de aranceles recíprocos representa un «riesgo al alza» sobre los precios. Sin embargo, podría verse compensado por la debilidad de la demanda interna, la limitada capacidad para trasladar la subida de aranceles a precios finales y la posible redirección de los flujos comerciales de China a la eurozona.
Es por ello que, Caixabank Research mantiene prácticamente sin cambios el escenario para la inflación, lo que condiciona también las expectativas para los tipos de interés del BCE. «Tras el recorte de 25 puntos básicos ya aprobado en enero, esperamos que el tipo se sitúe en la zona baja (1,75%) del rango considerado como neutral antes de volver al 2,0% (banda central neutral) en 2026» detallan.
Las previsiones de Caixabank son similares a las actualizadas este jueves por el Banco Central Europeo (BCE), que volvía a rebajar su expectativa de crecimiento económico para la eurozona en 2025 el jueves hasta el 0,9 %, dos décimas menos respecto al pronóstico de diciembre. Recortó además el aumento del PIB al 1,2 % en 2026 y mantuvo en el 1,3 % la de 2027. Además, el BCE elevó dos décimas su previsión de inflación para 2025, hasta el 2,3 %, con lo que retrasaba a 2026 -con una inflación prevista del 1,9 %- la consecución del objetivo de precios que guía la política monetaria de la entidad. Asimismo, según publicó Eurostat -la oficina estadística europea- el viernes, las economías de los Veintisiete con mayor crecimiento entre octubre y diciembre de 2024 fueron Irlanda (un 3,6%), Dinamar a (1,6%) y Portugal (1,5%); mientras que los mayores descensos se observaron en Malta (-0,7%), Austria (-0,4%), Alemania y Finlandia (ambos -0,2%). La organización además revisó al alza el crecimiento del PIB de la eurozona en el cuarto trimestre, hasta el 0,2%.
En cuanto a la situación al otro lado del Atlántico, el centro de estudios de Caixabank asegura que la agenda política de Trump puede afectar negativamente al crecimiento y elevar la inflación de Estados Unidos. En concreto, anticipa un crecimiento del PIB del 2,1% en 2025 y del 1,9% en 2026 para EE. UU. Y, por lo que se refiere a China recorta la precisión de crecimiento en 0,5 puntos por el impacto de la guerra comercial.
El pronóstico para España mejora con un aumento del 2,5% en el PIB
En contraste con la previsión para la eurozona, Caixabank Research prevé un crecimiento para nuestro país del 2,5% en 2025. Es decir, 0,2 puntos porcentuales más que la previsión anterior. El pronóstico, sin embargo, es menor al esperado también por el impacto de las tensiones arancelarias entre Europa y Estados Unidos.
En concreto, el escenario que asume el banco para 2025 supone una situación de tensiones arancelarias contenidas en la que no se produce una escalada y en la que a mediados de año se disipa la incertidumbre y las «reglas del juego» quedan ya establecidas. Este supuesto, concluyen, conlleva un impacto «directo limitado y transitorio». En el caso de la economía española estiman un impacto estimado de 0,1 puntos porcentuales menos de crecimiento de PIB por cada aumento de 10 puntos de los aranceles, y limita la mayor fuente de riesgo.
Tal y como resume la organización en su informe, el crecimiento se apoyará principalmente en la demanda interna. «No obstante, esperamos que el crecimiento se modere respecto al año pasado, a medida que algunos de los vientos de cola de los que se ha beneficiado nuestra economía en los últimos trimestres pierdan fuerza», añaden. Es decir, según la previsión, el crecimiento se moderaría con respecto a 2024, cuando el PIB aumentó un 3,2%.
El punto de partida de España, al contrario de la situación en el conjunto de la zona euro, «es bueno no solo por los últimos registros de crecimiento, sino también por la ausencia de claros desequilibrios financieros». La economía española creció un 0,8% en el último trimestre de 2024, por el avance del consumo privado y la inversión. En total, la economía creció un 3,2% en el conjunto de 2024. Según el centro de estudios del banco catalán la fortaleza del crecimiento en el tramo final de 2024 impacta mecánicamente en el crecimiento previsto para 2025. «A modo de ejemplo, incluso si la economía se mantuviera estancada durante todo 2025 al nivel de PIB de finales de 2024, el crecimiento anual en 2025 sería del 1,2%, por ser el punto de partida más elevado que el nivel de PIB promedio del año anterior», destacan.