
- El precio de la vivienda libre encadena 11 años de alzas consecutivas
- Este es el mayor incremento desde que en 2007 se incrementara casi un 10%
- El cuarto trimestre avanzó a un ritmo a doble dígito que no se veía desde 2007
El ritmo de encarecimiento del mercado inmobiliario se desboca. El precio de la vivienda libre se disparó de media un 8,4% en 2024, más del doble de lo que aumentó en 2023 y su mayor repunte desde 2007, año que precedió al estallido de la burbuja inmobiliaria, cuando subió un 9,8%.
Con la subida de 2024 que refleja el Índice de Precios de Vivienda (IPV) que publica este viernes el Instituto Nacional de Estadística (INE), el precio de la vivienda libre encadena once años consecutivos de incrementos. El dato de 2024 supera con creces el repunte del 4% de 2023, que dio un respiro tras el alza del 7,4% de 2022, el que hasta ahora era mayor avance anual medio desde 2007.
Más en detalle, el precio de la vivienda nueva subió de media un 10,9% en 2024, su mayor avance también desde 2007 (11,9%), una tasa casi tres puntos superior a la de 2023. Así, la vivienda nueva acumula también once años encareciéndose sin freno. La vivienda usada, por su parte, se disparó un 8% en 2024, casi cinco puntos más que un año atrás y también el mayor ritmo de los últimos 17 años desde el aumento del 8,2% con el que cerró 2007. En este caso, el repunte supera en casi cinco puntos al de 2023 en su también décimo primer año seguido al alza.
El cuarto trimestre avanzó a un ritmo a doble dígito que no se veía desde 2007
El dato del cuarto trimestre profundiza en el momento de aceleración del inmobiliario residencial. El precio de la vivienda libre subió un 11,3% interanual, 3,2 puntos más que en el trimestre previo y su mayor avance interanual desde el segundo trimestre de 2007; de hecho, sólo en el primer y segundo trimestre de aquel año esta comparativa ha tenido registros a doble dígito. Con este repunte, se acumulan ya 43 trimestres consecutivos de alzas interanuales.
La velocidad de subida es lo que remarcan los expertos del sector. María Matos, directora de Estudios de Fotocasa, achaca el «significativo» ritmo de crecimiento a la «demanda fuerte y sostenida»; según los estudios de ese portal inmobiliario, el 15% de la población española está buscando una vivienda en propiedad, lo que que presiona una oferta insuficiente (al año se crean 240.000 nuevos hogares pero sólo se construyen unas 100.000 unidades nuevas). También explica el avance en la «transformación económica con un nuevo ciclo de condiciones hipotecarias favorables». Con todo, recuerda que pese a la comparativa con 2007, «la situación ahora no indica burbuja».
Por tipo de vivienda, el precio de la vivienda nueva subió un 12,3% en el último trimestre de 2024 en comparación con un año atrás, una tasa que es 2,5 puntos superior a la del trimestre precedente y la más elevada desde el segundo de 2007. La vivienda usada se incrementó un 11,1% interanual en el trimestre que va de octubre a diciembre, 3,2 puntos más que en el trimestre anterior y su mayor alza desde el comienzo de la serie en 2007.
Por su parte, el precio de la de segunda mano se incrementó un 11,1% en tasa interanual, 3,2 puntos más que en el trimestre anterior y su mayor alza desde el comienzo de la serie (2007).
Sólo tres comunidades se libraron de registrar alzas interanuales que en el cuarto trimestre estuvieran por debajo del 10%: Baleares (8,6%), Castilla La Mancha (8,7%) y Extremadura (9,1%). El resto de marcadores superaron el doble dígito (en 10 territorios el aumento estuvo por encima de la media nacional), con subidas especialmente pronunciadas en Andalucía (13,4%), Aragón (13,3%) y Navarra (12,9%).
Freno intertrimestral (pero no esperanza)
Donde se modera el ritmo es en la comparativa intertrimestral del cuarto trimestre sobre tercero. En ese caso, el precio de la vivienda libre aumentó un 1,8%, un punto menos de lo que lo hizo en el tercer trimestre en el que fue su cuatro trimestre consecutivo al alza.
El precio de la vivienda nueva subió un 0,8% en el último trimestre del año pasado, dos puntos menos que en el trimestre anterior, mientras que el de las viviendas de segunda mano aumentó un 2%, ocho décimas menos.
¿Quiere decir esto que en 2025 cambiará el escenario? La respuesta del sector es contundente: los precios no sólo bajarán sino que seguirán subiendo. En su análisis tras los datos del INE, Matos indica que «la desescalada de tipos de interés iniciada a mitad de 2024 y que continúa en 2025 -ayer el BCE aplicó su última bajada- marcará otro año de encarecimiento en el precio de la vivienda, al estimular la demanda» sin que haya previsión aumento de la oferta. El desequilibro entre oferta y demanda es tal que pese a que el aumento de los precios del metro cuadrado no llegue a compensar la mejora de las condiciones hipotecarias, los pisos que salen al mercado ‘vuelan’ porque siguen existiendo más perfiles solventes que pueden asumir la entrada o pagar a tocateja que número de viviendas en venta.
El mismo escenario a corto plazo prevé Ferran Font, director de Estudios de Pisos.com. Su balance también ensalza el momento «muy dinámico» del mercado de la vivienda por esa demanda «cada vez más activa, una oferta que no es capaz de dar la respuesta necesaria y una política de tipos cada vez más moderados». Con este planteamiento, su análisis destaca que las previsiones de aumentos de precio se van cumpliendo y que «esta situación difícilmente cambiará a corto plazo ya que ninguno de los tres factores mencionados parece que vaya a sufrir ningún cambio relevante».